Tumba número 11 templo Tutmosis III

Nuestro epigrafista, Javier Martínez Babón nos detalla los aspectos y objetos reseñables de la tumba número 11 descubierta en el yacimiento del templo.

La tumba número 11 se encuentra en el exterior del muro perimetral norte. Está formada por un pozo y dos salas, una de las cuales conserva parte de un pilar. En el interior de esta tumba fueron hallados muchos fragmentos de objetos de piedra y de madera. La mayor parte de ellos en mal estado. Por los vestigios encontrados se puede afirmar que, al igual que en otras tumbas tebanas del Reino Medio, entre el ajuar funerario hubo maquetas de barcos de madera, recipientes, estatuas de madera y diversos bastones. Un estudio preliminar de la cerámica sitúa a esta tumba en la última mitad de la dinastía XII. 

Detalle de la tumba número 11 en el yacimiento del templo de Tutmosis III.

Los materiales hallados en esta tumba revelan fragmentos de estela de caliza, de un ataúd de madera, tapas de madera para vasos canopos, figurillas femeninas de fertilidad de caliza, cuchillos mágicos, diferentes estatuillas de babuino y de una tortuga de fayenza, otras pequeñas figuras humanas de arcilla y de un ganso de madera.

Fragmentos de estela de caliza

Dos fragmentos de la parte izquierda de una estela que originariamente tenía su parte superior redondeada. Conserva parte de la policromía en rojo y negro. A pesar de que falta buena parte del objeto, se pueden distinguir algunos elementos de interés.

En su parte superior, el final de tres líneas horizontales de una inscripción jeroglífica perteneciente a una fórmula de ofrendas. Se puede leer íntegramente el nombre del personaje: Amenemhat. Debajo hay un personaje masculino sentado que tiene peluca hasta los hombros, barba corta y faldellín corto. Está sentado sobre una silla con patas de león y reclinatorio bajo. Este hombre muestra el brazo derecho extendido hacia las piernas con la palma de la mano abierta hacia abajo y el brazo izquierdo doblado, con la mano sosteniendo una pieza de ropa. Una línea horizontal separa a este personaje de otro que había en un registro inferior. De éste, solo se ha conservado la cabeza y parte de los hombros, así como un signo f delante de la cara. Las particularidades iconográficas de este segundo personaje eran similares al anterior, aunque con la salvedad de que su tamaño era inferior. 

Fragmentos de ataúd de madera

Unos cuantos de ellos corresponden a extremos de inscripciones verticales en las que se conserva el nombre de su propietario: Ikery. Aunque buena parte del ataúd se ha perdido, los fragmentos conservados parecen indicar que se trataba de un ataúd rectangular. Destaca un fragmento que conserva dos ojos enmarcados en un rectángulo bajo el que se distinguen líneas verticales y horizontales que probablemente formaban parte de la decoración de falsa puerta. Las cejas y los contornos en azul sobre una coloración del fondo en ocre. Este aspecto simbólico y decorativo solía estar en la parte exterior este del ataúd. Aunque cabe ser cautos a la hora de hacer valoraciones, podemos considerar que, por la forma de las roturas, hubo una intencionalidad por conservar esta parte del ataúd. 

Tapas de madera para vasos canopos

Restos de cuatro tapas de vasos canopos que originalmente tenían forma de cabeza humana. Tres de ellos estaban en pésimo estado de conservación y el cuarto, aunque no está completo ya que falta su parte posterior, sí permite distinguir la forma original del rostro, el cual estaba pintado en amarillo sobre estuco. Destacan las orejas en la parte superior de la cabeza y la peluca que cae ambos lados de la misma. Se han hallado tapas de madera con forma de cabeza humana en diversas partes de Egipto

Fragmentos de figurillas femeninas de fertilidad de caliza

Dos fragmentos de cabezas de figuras femeninas de fertilidad y unas piernas elaboradas en caliza. Estas piezas también son conocidas como “concubinas de la muerte”. Las cabezas halladas tienen policromía amarilla y negra. A continuación, vamos a describir una de ellas:

Cabeza y hombro en las que se puede distinguir ojos, nariz, boca, mechón lateral, así como punteado que indica la rasuración de la cabeza y punteado más grueso que simboliza un collar. La piel estaba pintada en amarillo y el pelo, las cejas y el contorno de los ojos en negro. Con toda probabilidad, en origen, la figura presentaba un peinado con largos mechones de pelo a ambos lados de la cabeza y en la parte posterior. 

Fragmentos de caduceos o cuchillos mágicos

En esta tumba fue hallada una serie de fragmentos de marfil pertenecientes a distintos cuchillos mágicos. Aunque en algunos es difícil de ver a simple vista, todos conservan relieves de figuras que pertenecen al universo simbólico y mágico de la protección. Estos materiales pueden ayudar a complementar la gran obra de H. Altenmüller sobre la Apotropia del Reino Medio, teniendo en cuenta que, según el propio autor, no hay demasiado material de este tipo procedente de Tebas. Tres fragmentos de marfil forman un cuchillo mágico entero de pequeño tamaño en el que se distinguen las siguientes figuras:

  • En el centro un grifón que presenta cuerpo punteado, cola baja y orientación hacia la derecha. Entre las alas se distingue parte de lo debió una cabeza.
  • A la izquierda se puede ver a un hipopótamo enhiesto, orientado hacia la derecha, que sujeta un cuchillo.
  • A la derecha, y orientado hacia la izquierda, se puede ver la cabeza y el largo cuello de un cánido. Detrás de este símbolo se observan unos punteados.

Estos tres elementos simbólicos aparecen frecuentemente en cuchillos mágicos del Imperio Medio.

En los extremos de este caduceo hay el rostro de un felino y el rostro de zorro.

Babuino y tortuga de fayenza

 Se encontraron diversos fragmentos y, finalmente, se pudo recuperar buena parte de la estatuilla del babuino, la cual presenta la característica coloración azul con acentuadas líneas para marcar los rasgos más significativos de cabeza y rostro, así como líneas más finas para definir el pelaje del cuerpo. Parte del caparazón, con representación de líneas cruzadas, y una aleta demuestran que entre las estatuillas depositadas en la tumba había una tortuga. Durante el Reino Medio fueron habituales figuras de animales en fayenza, como mandriles, tortugas, leones, erizos, mangostas 

Pequeña figurilla humana de arcilla

Rostro y parte superior de la cabeza muy degradados que no permite distinguir los rasgos. Presenta largo faldón y brazos doblados con manos sobre los hombros. Mide 5,6 cm de altura, 2 cm de anchura y 1,7 cm de profundidad. Como hipótesis de trabajo se plantea que pueda tratarse de una figura que representa a una mujer asiática similar a una que porta a su hijo en la espalda que fue hallada en la tumba 181 de Beni Hasan, que ha sido datada durante la primera fase de la dinastía XII 

Pequeña figura de un ganso de madera

Pieza elaborada en madera que está bien conservada. Situada sobre una plataforma de madera, muestra un abultado cuerpo del ave en posición de reposo, del que sobresale la cabeza. Este tipo de figuras formaban parte de las ofrendas que debían contribuir al alimento del difunto en el Más Allá. 

Este pequeño muestrario denota la riqueza arqueológica de esta tumba. La gran cantidad de objetos hallada en ella ha implicado un estudio monográfico en profundidad.